El sector del café mueve mucho dinero y, por tanto, también hay mucha competencia, pero siempre se le puede dar una vuelta a la fórmula habitual.
Es el caso de Death Wish Coffee, una marca que ofrece el café más fuerte del mundo.
Fue fundada en 2012 por Mike Brown, que ha sabido captar la atención de los amantes del café que buscan una experiencia más intensa, con una combinación de sabor y potencia que los distingue en un mercado con tanta competencia.
La idea de crear Death Wish Coffee nació de una necesidad observada por Mike Brown mientras trabajaba en su cafetería en Saratoga Springs, Nueva York.
Muchos clientes llegaban buscando un café que les proporcionara más energía, algo más fuerte que las típicas opciones que ya conocían.
Con esta demanda en mente, Mike se embarcó en una misión para crear un café que no solo tuviera un sabor excepcional, sino que también ofreciera una dosis de cafeína superior a cualquier otro en el mercado.
La misión de Mike era clara: ofrecer una solución para aquellos que necesitaban ese «empujón extra» en su día.
Después de meses de experimentación con granos de café, tostado y proporciones, finalmente desarrolló una mezcla perfecta utilizando granos arábica y robusta, conocida por su fuerza natural. Así nació Death Wish Coffee, un café que prometía ser el más fuerte del mundo.
Lo que comenzó como un pequeño proyecto local rápidamente creció a nivel nacional e internacional, impulsado en parte por una estrategia de marketing original y el boca a boca de sus clientes más fieles.
Death Wish Coffee se volvió viral cuando fue seleccionada para aparecer en el anuncio del Super Bowl de 2016, lo que les otorgó una exposición brutal. Este momento fue un punto de inflexión para la marca, que pasó de ser una opción relativamente desconocida a una sensación mundial.
Además de su poderosa mezcla de café, el éxito de Death Wish Coffee también se debe a su branding.
Con un logo de una calavera y un mensaje claro y directo, la marca atrae a un público que busca algo diferente y más atrevido.
La promesa de Death Wish Coffee de ofrecer el café más fuerte del mundo no es solo un lema de marketing, es una realidad.
Gracias a la cuidadosa selección de granos y un proceso de tostado optimizado, cada taza de Death Wish Coffee contiene aproximadamente el doble de la cantidad de cafeína que una taza de café promedio.
Sin embargo, a pesar de su fuerza, el café no sacrifica el sabor, algo que es vital.
Death Wish Coffee utiliza granos certificados como orgánicos y de comercio justo, lo que asegura que, además de ser potente, también es ético.